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Stanisław Kolka 1920 - 1940 Editar

Nacido 15.11.1920 en Danzig / Gdańsk
Muerto 24.12.1940 en Gusen

Biografía

Stanisław Robert Kolka, novicio de los Misioneros del Verbo Divino.

Nació el 15 de noviembre de 1920 en Gdańsk. Su madre, como estaba enferma, temía las complicaciones del parto y además la clínica estaba alejada de Gdańsk (era invierno). Ya desde el vientre materno fue encomendado a la Divina Providencia. Afortunadamente, el parto fue exitoso y el bebé nació sano. Su padre era carpintero. Stanisław, siendo un niño de cinco años, quería ir a la escuela, a pesar de que su maestro era de la opinión de que no podría hacer frente a sus estudios o pronto se desanimaría. Mientras tanto, sucedió lo contrario: resultó ser un estudiante muy talentoso.

Stanisław fue criado en el seno de una piadosa familia. Allí nació su fe y su voluntad de dedicar su vida a Dios. Sus padres le dieron al niño un ejemplo de laboriosidad y diligencia con sus vidas. Depositó una gran esperanza en la Santísima Virgen María, por lo que comenzó a rezar el rosario ya desde temprana edad y participaba en las celebraciones marianas de los sábados. También era un monaguillo dedicado. De esta manera se fue acercando a Dios cuya presencia descubrió en el Santísimo Sacramento. Creía que la Eucaristía era una gran fuente de gracias inestimables, gracias a las cuales podía soportar con paciencia los hostigamientos y las bromas desagradables de sus compañeros mayores, en consideración a su carácter sereno y flemático. Lo soportó con humildad, porque todavía tenía un objetivo en mente: cumplir su vocación religiosa y misionera. Estaba dispuesto a sacrificarlo todo, incluso a renunciar a su familia, a negarse a obedecer a su padre, que quería sacarlo del noviciado para protegerlo de la persecución.

Durante las actividades misioneras de los verbitas en Sierakowice, así como también después de las persuasiones del hermano Augustyn Nadolski SVD, Stanisław decidió unirse a esta Congregación. En 1931 ingresó al Seminario Menor de Górna Grupa, y en 1939 aprobó el bachillerato con muy buen resultado. El 29 de agosto llegó a la Casa de la Misión San Estanislao de Kostka en Chludowo, para poder hacer su noviciado.

El estallido de la segunda guerra mundial, el 1 de septiembre de 1939, encontró a  Stanisław en el noviciado de Chludowo. Para el 8 de septiembre estaba previsto la toma de hábito y el comienzo de su noviciado. Mientras tanto, el 4 de septiembre las autoridades locales ordenaron la evacuación inmediata hacia Varsovia. Sin embargo, tras la noticia de la agresión soviética a Polonia, Stanisław y un grupo de refugiados regresaron a Chludowo después de cuatro semanas. A su regreso, el 5 de octubre, los superiores decidieron comenzar el noviciado bajo la dirección del padre Ludwik Mzyk.

Sin embargo, poco tiempo después, las autoridades alemanas llevaron a cabo un registro obligatorio de todos los habitantes de Chludowo. Entonces Stanisław se declaró católico y de nacionalidad polaca, lo que decidió en consecuencia su posterior traslado a un campo de concentración. A partir de ese momento, ya no pudo moverse libremente, tenía que obtener un pase. Quien los otorgaba, alguien designado por la Gestapo, también controlaba el movimiento de la casa: la llegada de forasteros al monasterio y las conversaciones con sus residentes. Además, la comunidad era visitada a menudo por el oficial de las SS Franz Wolf, que supervisaba el monasterio.

A pesar de la gravedad de la situación, ya que si los novicios permanecían en Chludowo les amenazaba un gran peligro y, a pesar de la insistencia de su madre para que volviera a casa, decidió continuar su noviciado. Afirmó que, dado que había sido ofrecido a Dios, su vida ahora estaba en las manos de Dios.

El 25 de enero de 1940 todos los residentes de la Casa fueron internados, también fueron traídos 40 sacerdotes de Poznań y sus alrededores. El mismo día, la Gestapo arrestó al maestro de novicios, el padre Ludwik Mzyk SVD, que luego fue asesinado en el Fuerte VII en Poznań. Este evento acompañó a Stanisław en todas las etapas de su camino hacia el martirio y le ayudó a soportar la persecución. Aunque la vida de los internos era muy dura, y la situación alimentaria y económica pésima, el programa del noviciado continuó sin mayores cambios.

El 22 de mayo de 1940, en vísperas de Corpus Christi, Stanisław y sus cohermanos fueron traslados al Fuerte VII en Poznań, y desde allí transportados durante la noche en vagones de ganado al campo de concentración de Dachau. Aquí recibió el número 11093. Con la llegada al campo comenzó una cuarentena de dos meses, llena de ejercicios punitivos, varias horas de soportar interminables pases de lista, un “deporte” inhumano, aprender alemán y canciones ofensivas. El objetivo era uno: quebrar a los prisioneros y despojarlos de su dignidad humana.

El 2 de agosto de 1940 en un transporte de 1000 prisioneros polacos, donde se encontraban 150 miembros del clero, fue trasladado desde el campo de concentración de Dachau al campo de concentración de Gusen. Aquí le asignaron el número 6456. Al estar todavía el campo en construcción las condiciones de vida eran peores que en Dachau. Cuando llovía, el agua entraba dentro de las barracas, la ropa casi siempre estaba húmeda, lo que dificultaba el mantenimiento de la higiene. Además el trabajo era muy duro y la comida insuficiente.

Desde el principio se pretendía exterminar a la intelectualidad polaca y al clero polaco. Los hombres de las SS que supervisaban la construcción del campo lo llamaron "Vernichtungslager für die polnische Intelligenz”, un campo de exterminio para las élites polacas. En Gusen la única salida, como les dijo el comandante a los prisioneros recién llegados, era a través de la chimenea del crematorio.

Aquí el novicio trabajó como acarreador de piedras en las canteras, las que se utilizarían para pavimentar las calles del campo y la plaza del recuento de prisioneros (Appelplatz).

Su fervor por la oración, que traía desde la niñez, hizo que sobreviviera a las pruebas más duras, incluso dentro del campo de concentración. Con su confianza superó el miedo y la desesperación, a los que muchas personas sucumbieron durante el horror de la guerra.

Dios está conmigo, no le tengo miedo a nada. Solo temo una cosa, que estén preocupados por mí. Y no tienen motivos para ello. Si Dios se preocupa por nosotros, ¡nada malo puede pasar! (...) ¡Crean a Dios más que a las personas! ".

Con esta fe llegó hasta las alambradas del campo. Allí, no solo mantuvo a otros en la esperanza, sino que también los contagió, transmitiéndoles su gran fuerza y coraje, que lo sostuvieron en medio de los sufrimientos del campo. Sus compañeros lo llamaban "San Estanislao de Kostka".

Como resultado del trabajo pesado, la mala alimentación, la falta de higiene en el campo y los numerosos hostigamientos, Stanisław Kolka enfermó pronto, lo que fue la causa directa de su trágica muerte. El Señor lo llamó junto a sí en la Nochebuena del 24 de diciembre de 1940.

El sacerdote Jan Chodzidło SVD, formador y director espiritual de novicios en Chludowo durante la guerra, en 1941, dijo lo siguiente sobre todos los cérigos y novicios que estaban muriendo en los campos de Dachau y Gusen en ese momento:

Dios quiere renovar el mundo y llenar el cielo de santos. Por lo tanto, busca víctimas puras, inocentes, valiosas, muy parecidas al Cordero de Dios. Tales corderos inocentes son nuestros clérigos. Fueron elegidos por Dios para ofrecerle el sacrificio de sus vidas en reparación por los pecados del mundo y pedir bendiciones y gracia.

 

Gerardo Rodriguez

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