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Norbert Gąsienicki 1920 - 1940 Editar

Nacido 7.6.1920 en Schönthal / Dolnik
Muerto 30.12.1940 en Gusen

Biografía

Norbert Gosieniecki, novicio de los Misioneros del Verbo Divino (SDV)

Nació el 7 de junio de 1920 en Dusocin cerca de Grudziądz. Era el hijo menor de Franciszek y Zofia Bialik. Desde pequeño demostró mucho celo en el servicio al altar como monaguillo, todos los días recorría una distancia de tres kilómetros para llegar a la iglesia y asistir al sacerdote. El ingreso del hermano mayor a la Congregación del Verbo Divino (los llamados Verbitas) y la muerte prematura de su padre empeoraron la situación económica de la familia. Norbert tenía entonces 8 años.

En los años 1930-1937 continuó su educación en el Gimnazjum de Górna Grupa cerca de Grudziądz. Él era un estudiante promedio. Durante sus estudios, pudo encontrar tiempo para tocar en una orquesta y aprender a tocar el órgano. Durante las vacaciones de verano trabajaba para la Congregación vendiendo libros de espiritualidad y sellos postales. La lectura de la revista para niños, El Pequeño Misionero (Mały Misjonarz) tuvo una influencia significativa en su decisión posterior de unirse a la Congregación de los Verbitas. También tomó parte activa en su distribución. La espiritualidad de Norbert también fue moldeada por sus hermanos. Vivir en una familia numerosa lo preparó para la vida en comunidad. Esta decisión sin duda fue influenciada por su hermano mayor Félix, quien ya estaba dentro de la Congregación.

En 1937, Norbert comenzó sus estudios en un Liceum de dos años en Górna Grupa, donde al finalizar obtuvo su diploma de bachillerato. Durante las últimas vacaciones de verano de 1939 participó en la construcción de fortificaciones por parte del Cuerpo de Trabajo, aunque disponía de un certificado que lo eximía de esta obligación.

El estallido de la segunda guerra mundial, el 1 de septiembre de 1939, encontró a Norbert Gosieniecki en el noviciado de Chludowo (Casa de la Misión San Estanislao de Kotska). Para el 8 de septiembre estaba previsto la toma de hábito y el comienzo de su noviciado. Mientras tanto, el 4 de septiembre las autoridades locales ordenaron la evacuación inmediata hacia Varsovia. Sin embargo, tras la noticia de la agresión soviética a Polonia, Norbert Gosieniecki y un grupo de refugiados regresaron a Chludowo. A su regreso, el 5 de octubre, los superiores decidieron comenzar el noviciado bajo la dirección del padre Ludwik Mzyk.

Norbert se tomó en serio su vocación. Se confesaba regularmente. Siempre acudía al mismo confesor quien describió el alma de Norbert como: un alma delicada, bondadosa y santa (duszę delikatną, miłą, świętą). Era consciente de que Dios le exigiría más dedicación y trabajo sobre sí mismo, para que, habiendo superado el pasado, con perfecta pureza, delicadeza y alegría de corazón, pudiera emprender el camino de su vocación (załatwiwszy się z przeszłością, w doskonałej czystości, delikatności i radości serca wkroczyć na drogę swego powołania). La piedad de Gosieniecki dio a sus superiores la esperanza de que en el futuro sería un sacerdote celoso, piadoso y, por lo tanto, santo y feliz (gorliwym, poboznym i dlatego tez świętym i szczęśliwym kapłanem).

Al poco tiempo las autoridades alemanas llevaron a cabo un registro obligatorio de todos los habitantes de Chludowo. Entonces Norbert se declaró católico y de nacionalidad polaca, lo que decidió en consecuencia su posterior traslado a un campo de concentración. A partir de ese momento, ya no pudo moverse libremente, tenía que obtener un pase. Quien los otorgaba, alguien designado por la Gestapo, también controlaba el movimiento de la casa: la llegada de forasteros al monasterio y las conversaciones con sus residentes. Además, la comunidad era visitada a menudo por el oficial de las SS Franz Wolf, que supervisaba el monasterio.

El 25 de enero de 1940 todos los residentes de la Casa fueron internados, también fueron traídos 40 sacerdotes de Poznań y sus alrededores. El mismo día, la Gestapo arrestó al maestro de novicios, el padre Ludwik Mzyk SVD, que luego fue asesinado en el Fuerte VII en Poznań. Aunque la vida de los internos era muy dura, y la situación alimentaria y económica pésima, el programa del noviciado continuó sin mayores cambios.

El 19 de mayo de 1940, el segundo año de su noviciado, hizo sus primeros votos de manera acelerada, porque los superiores fueron informados del inminente traslado de los internos a un campo de concentración. Y así sucedió. El 22 de mayo Norbert y sus cohermanos fueron traslados al Fuerte VII en Poznań, y desde allí transportados en vagones de ganado al campo de Dachau. Aquí le dieron el número 11455. Con la llegada al campo se dio comienzo a una cuarentena de dos meses, llena de ejercicios punitivos, varias horas de soportar interminables pases de lista, un “deporte” inhumano, aprender alemán y canciones ofensivas. El objetivo era uno: quebrar a los prisioneros y despojarlos de su dignidad humana.

El 2 de agosto de 1940 en un transporte de 1000 prisioneros polacos, donde se encontraban 150 miembros del clero, fue trasladado desde el campo de concentración de Dachau al campo de concentración de Gusen. Aquí le asignaron el número 6224.

Creado en la primavera de 1940. el subcampo de Gusen I era la filial (Unterkunft) más grande del campo de concentración de Mauthausen. Desde el principio se pretendía exterminar a la intelectualidad polaca y al clero polaco. Los hombres de las SS que supervisaban su construcción lo llamaron "Vernichtungslager für die polnische Intelligenz”, un campo de exterminio para las élites polacas. En Gusen la única salida, como les dijo el comandante a los prisioneros recién llegados, era a través de la chimenea del crematorio.

En el sistema de campos de Mauthausen (subcampos Gusen I, Gusen II y Gusen III), los polacos constituían el grupo nacional más grande, con 75.000 prisioneros en total, 34.000 de los cuales eran polacos (27.000 de los cuales fueron asesinados). En los años 1940-1945, uno de cada cuatro prisioneros murió en estos campos. Solo entre junio y diciembre de 1940, unas 1.800 personas fueron asesinadas.

Al estar todavía el campo en construcción las condiciones de vida eran peores que en Dachau. Cuando llovía, el agua entraba en las barracas, la ropa casi siempre estaba húmeda, lo que dificultaba el mantenimiento de la higiene.

En Gusen, Norbert experimentó el trabajo duro, las palizas y el hambre todos los días. A pesar de esto, en las cartas enviadas a su familia no se encuentran quejas. En ellas preguntaba preocupado por sus hermanos, sin hacer ninguna mención sobre las atrocidades de los nazis, para no entristecer a su madre y a sus hermanos. Gozaba del respeto y la simpatía de sus compañeros de prisión porque tenía un temperamento vivaz. No renunció a sus aspiraciones de vida religiosa y sacerdotal, ya que cultivó una vida de oración, participando en comunidad con otros religiosos de la congregación. Todos eran conscientes de que en cualquier momento podían sufrir el martirio.

Norberto fue asignado a trabajar en las canteras y luego a ayudar en la construcción de las villas de las SS. Poco después, desarrolló una diarrea severa, que en la jerga del campo llamaban “czerwonka”, ("disentería"). Por la noche se levantaba hasta 15 veces para ir al baño. Más tarde ya no podía levantarse ni caminar. La noticia de que era algo así como un sacerdote interesó al kapo del revier (enfermería), que odiaba especialmente el sonido de las campanas de las iglesias y las sotanas, como él mismo solía decir. Fue por orden suya que arrastraron al inerte Norbert al pasillo y le arrojaron encima cuatro baldes de agua fría. Esto tuvo lugar en la noche del 29 al 30 de diciembre de 1940. El prisionero la pasó sobre el piso de cemento, desnudo y mojado. Por la mañana estaba muerto. El informe indicó que la causa de la muerte fue una enfermedad de larga duración con trastornos cardíacos y circulatorios, cuyo tratamiento no dio resultados.

El sacerdote Jan Chodzidło SVD, formador y director espiritual de novicios en Chludowo durante la guerra, en 1941, dijo lo siguiente sobre todos los cérigos y novicios que estaban muriendo en los campos de Dachau y Gusen en ese momento:

Dios quiere renovar el mundo y llenar el cielo de santos. Por lo tanto, busca víctimas puras, inocentes, valiosas, muy parecidas al Cordero de Dios. Tales corderos inocentes son nuestros clérigos. Fueron elegidos por Dios para ofrecerle el sacrificio de sus vidas en reparación por los pecados del mundo y pedir bendiciones y gracia.

  

Gerardo Rodriguez

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