Agustín Maurandi Martínez 1915 - 1941 Editar

Nació el 19 de julio de 1915 en la aldea de La Amarguilla, municipio de Cúllar (Granada), hijo de José Maurandi Martínez y de Cipriana Martínez Carrión, soltero, campesino, analfabeto, natural y vecino de Cúllar, en el Barrio de El Puntal. Afiliado a la Sociedad Obrera “La Equidad” (UGT) desde el 5 de agosto de 1931, con apenas dieciséis años. Al estallar la Guerra Civil residía en Zújar, donde trabajaba como aceitero en una almazara, siendo movilizado al pertenecer a la quinta de 1936. Ingresó voluntario en el Cuerpo de Carabineros en octubre de ese año y se encontraba destinado en julio de 1937 en el puesto de La Algameca (Cartagena), fecha en la que se afilió al Socorro Rojo Internacional, con el número de carné 405.499. Al final del conflicto se exilió a Francia y estuvo internado en los campos de refugiados franceses. Para salir de ellos tuvo que enrolarse en las Compañías de Trabajadores Extranjeros que reforzaban la “Línea Maginot” y al invadir los alemanes Francia fue capturado y conducido al campo de prisioneros de guerra, Stalag XII-B, en Fallingbostel (Baja Sajonia), donde ingresó con el número de prisionero 41.687. El día 8 de septiembre de 1940 fue deportado al campo de concentración de Mauthausen (Austria), donde fue registrado con el nº 4.392. Por aquellos días, al ser reclamado para hacer de nuevo el servicio militar en España, se le declaró prófugo, desconociendo su familia su triste destino. Más tarde, el 24 de enero de 1941, fue transferido al comando anexo de Gusen, dependiente del campo de Mauthausen, con el nº 9.434. Allí murió a las 2:45 de la madrugada del día 19 de noviembre de ese año, a causa de “pleuritis purulenta, debilidad cardíaca aguda”, y ese mismo día su cuerpo fue calcinado en el crematorio del campo. Durante esa misma jornada fallecieron otros veintisiete españoles –diez de ellos andaluces– y ese mes de noviembre fue el más trágico de toda la guerra mundial en Mauthausen/Gusen para los prisioneros republicanos, pues murieron mas de 930 españoles. Décadas después de su fallecimiento, sus familiares tramitaron ante el Estado alemán, al amparo de la Ley federal de indemnización a las víctimas del nazismo, de 14 septiembre de 1965, la solicitud de una compensación económica, que desconocemos si llegaron a percibir.

Javier Castillo, Historiador, coautor del libro "La historia desenterrada: víctimas del franquismo y el exilio en Cúllar (1939-1953)" (Almería: Círculo Rojo, 2019)

Geboren am 19. Juli 1915 im Dorf La Amarguilla, Gemeinde Cúllar (Provinz Granada), Sohn von José Maurandi Martínez und Cipriana Martínez Carrión, ledig, Bauer, Analphabet, wohnhaft in Cúllar im Ortsteil El Puntal. Mitglied des Arbeitervereins La Equidad (UGT) seit dem 5. August 1931 mit nur 16 Jahren. Bei Ausbruch des Bürgerkriegs lebte er in Zújar, wo er in einer Ölpresse arbeitete. Da er zum Einberufungsjahrgang 1936 gehörte, rückte er in den Krieg ein. Im Oktober desselben Jahres trat er als Freiwilliger in den Karabinerkorps ein und wurde im Juli 1937 an die Kommandostelle La Algameca (Cartagena) entsandt. Zu diesem Zeitpunkt schloss er sich der Internationalen Roten Hilfe mit der Mitgliedsnummer 405.499 an. Zu Kriegsende ging er nach Frankreich ins Exil und war in französischen Flüchtlingslagern interniert. Um ihnen zu entkommen, musste er sich einer der ausländischen Arbeiterkompanien anschließen, die an der Befestigung der Maginot-Linie arbeiteten. Beim deutschen Einmarsch in Frankreich wurde er gefangengenommen und ins Stalag XII-B in Fallingbostel (Niedersachsen) gebracht, wo er mit der Häftlingsnummer 41687 eingewiesen wurde. Am 8. September 1940 wurde er in das Konzentrationslager Mauthausen (Österreich) deportiert und mit der Nummer 4392 eingetragen. Zur gleichen Zeit wurde er in Spanien erneut für den Militärdienst einberufen und als flüchtig erklärt. Seiner Familie war sein tragisches Schicksal unbekannt. Am 24. Jänner 1941 wurde er in das Außenlager Gusen, das Mauthausen unterstand, mit der Nummer 9434 überstellt. Dort verstarb er am 19. November desselben Jahres um 2:45 Uhr morgens wegen „eitriger Rippenfellentzündung, akuter Herzschwäche“. Am selben Tag wurde sein Körper im Krematorium des Lagers verbrannt. Weitere 27 Spanier – darunter zehn Andalusier – verstarben am selben Tag. Der Monat November 1941 war der tragischste Monat für die republikanischen Häftlinge während des gesamten Weltkriegs in Mauthausen/Gusen, als insgesamt mindestens 930 Spanier umkamen. Jahrzehnte nach seinem Tod beantragten seine Angehörigen eine finanzielle Entschädigung vom deutschen Staat nach dem Bundesentschädigungsgesetz vom 14. September 1965. Es ist jedoch unbekannt, ob sie diese jemals erhielten.

Javier Castillo, Historiker, Koautor des Buches „La historia desenterrada: víctimas del franquismo y el exilio en Cúllar (1939-1953)“ (Almería: Círculo Rojo, 2019)